martes, 24 de abril de 2012

Poema para el concurso de "El Mundo"


  Volvieron.














Volvieron aquellos, disparos secos,
como vuelve siempre el sufrimiento,
a aquella tierra de flores marchitas,
como hormigas a la boca del muerto.

Dime cuántas fueron las noches de paz,
aquellos minutos de distancia eterna,
donde no había sitio para la sangre,
donde el dolor se escondía en el recuerdo.

Dime cuáles fueron tardes tranquilas,
en las que el niño jugaba sin miedo,
a una mina, entre los adoquines,
a un pájaro sangriento de los cielos.

Palomas torcaces, un día volasteis,
a esta tierra muerta de cieno y olvido,
escapad ahora, volad muy lejos
que ya no quedan felices recuerdos.

Sólo queda masacre en este lugar,
sólo metal entre los edificios,
cuerpos, sangrientos entre las colinas,
que una primavera engendraron flores.

Sólo quedan los soldados de hierro,
que con sus pistolas rocían de miedo,
a gente indefensa, de ojos sin nombre,
a gente olvidada en el cementerio.

En los colegios no hay patios ni niños,
sólo hay monstruos de traje marrón,
ya no hay dragones, ni quedan princesas
sólo realidades que frustran sueños.

Los niños no juegan, los niños lloran,
por ver a su amigo en las vías del tren,
con la boca abierta y el pecho abatido,
y el rostro blanco, blanco fantasmal.

Fernando Salas Martínez 2º A Eso

Ensayo sobre las redes sociales



  • Este ensayo será presentado al concurso del periódico "El Mundo".
Las redes sociales.


Mucha gente afirma que las plataformas de contacto en internet son un tanto peligrosas y desafortunadas, ya que es muy difícil comprobar lo que ocurrirá al otro lado de la pantalla. Sin embargo, desde mi punto de vista suponen una gran ayuda a la población para estar permanentemente informada de lo que sucede en lugares recónditos del universo.
¿Qué hay de peligroso en que una persona de un continente concreto pueda establecer comunicación con alguien de otro, como si fueran hermanos o íntimos amigos? ¿No es, tan solo, un factor de la globalización?
Desde que nuestra generación tiene uso de la razón, no han hecho más que decirnos que en el futuro tendremos que pelearnos un puesto de trabajo o un lugar en el mundo con gente de otros países, de otros lugares y con  un tipo de educación distinta a la nuestra. ¿Cuál es el problema de adelantar el proceso y poder relacionarte con ellos?
No hay que olvidar que éstas suponen un gran ahorro, ya que, tal y como está el precio de los mensajes de texto y las tarifas de internet, suponen una alternativa imaginativa para poder quedar con amigos o hablar con ellos sin ningún desembolso.
En muchos casos, las grandes redes –tuenti, Facebook y Twitter- ayudan a aquellos chicos que tienen dificultad de palabra o les cuesta soltarse en sociedad a interactuar con compañeros de clase y vecinos, en lo que puede ser el inicio de un vínculo tanto de afinidad como emocional.
Las redes sociales, además, suponen un gran beneficio económico para las empresas que buscan publicitarse en internet, así como para empresarios que tratan de conseguir la compra de una entidad para crecer en el sector en el que estén especializados.
Desde el principio de los tiempos, la humanidad ha visto cómo los avances tecnológicos dejaban en la obsolescencia todo lo que en su día fue fundamental, la imprenta, las máquinas de vapor…
En el siglo XXI pasa lo mismo, pero con la revolución de la informática. Aquí presento un dilema que sería de provecho plantearse, ¿por qué nadie se queja de las páginas webs o de los blogs y si hay gente que critica las páginas de contactos? Durante gran parte de mi vida, que está muy ligada a la modernidad dado el año en que nací 1998, que coincide, en parte con el inicio de la explosión del Messenger, un chat que revolucionó el mundo pero que ya nadie emplea, he oído todo tipo de halagos a las ya nombradas webs, puesto que “daban a conocer nuevas empresas o personas con futuro”, pero, quien en su día las alabó y ahora despotrica contra las redes sociales podría pensar que son los mismo, pero en privado, solo para tus amigos y personas que se hayan registrado en la web.
 
Es cierto que no supone una fuente tan amplia de visitas, pero puedes dirigir tus aportaciones al tipo de público que tú quieras, puesto que si la página está, de algún modo, flotando por internet, lo puede ver cualquier persona, te guste o no quién lo está haciendo.
Otra cosa es la falta de prudencia por parte de los usuarios que, sin conocimiento de causa, establecen contacto con personas desconocidas, sin hacer caso a las advertencias de adultos, expertos y de las propias redes que, siempre, te recomiendan que agregues sólo a personas de tu conocimiento si eres menor de edad.
Todos sabemos que en internet hay gente que busca quedar con adolescentes y niños para hacerles daño, chantaje o para aprovecharse de ellos y sus familias si tienen posibles económicas, pero, desde mi punto de vista, es bastante complicado que ocurran cosas de este tipo, puesto que, es de lógica, desconfiar cuando alguien que no es ni amigo ni conocido te ofrece salir al cine o a un parque.


En definitiva, las redes sociales no tienen ningún problema, el problema lo tenemos las personas.
Fernando Salas Martínez 2º A Eso



lunes, 23 de abril de 2012

Los juegos del hambre, un cuento macabro modernista

  • La película, mitad fábula y mitada cuento de hadas es un valor seguro para el entretenimiento.
  • Con un buen juego del tiempo, presenta un dilema entre el salvajismo y la modernidad.
Cuando entras al cine a ver Los juegos del hambre te esperas otra película de acción, en las que el esquema de los cuentos de hadas que todos nos sabemos va a estar presente en todo momento.

Cuando sales de ver Los juegos del hambre estás sorprendido, ya que las expectativas se ven ridiculizadas por una buena película, que maneja el tiempo, el drama y las alegrías.

Con un argumento medio de fábula, medio de historia clásica, propone constantemente un diloema para el espectador, que nunca está seguro si lo que piensa va a suceder o todo va a dar un vuelco.

El film trata de un país marcado por la desgracia de una sangrienta represalia contra la revolución de los distritos. Al terminar ésta, el gobierno decide que, para dar un valor a la libertad, cada año, los distritos tienen que aportar un hombre y una mujer para que peleen hasta la muerte.

Así, distrito a distrito, veinticuatro valientes pelean por la supremacía de los juegos, que siempre marcan a los ganadores, como al mentor de los protagonistas, dos jóvenes que se ven obligados a hacer virguerías para que los patrocinadores, que, al fin y al cabo, deciden al ganador no estén en su contra.

Frente a ellos hay un grupo de guerreros orgullosos por representar a su zona geográfica en esa batalla sangrienta, todos fuertes y aliados para logara aguantar hasta el final.

Aunque el largometraje también incluye escenas macabras, fuertes y de mucha sangre o algún que otro susto que pueden hacer pasar un rato incómodo a quién no esté acostumbrado.

Los controles por ordenador del escenario y de los componentes del bosque son, probablemente lo que más te hace pensar, ya que te das cuenta de que los pesonajes son como marionetas a lo largo del argumento.

En definitiva, los cuentos de hadas pueden ser macabros, las fábulas hipertensas y una película para adolescentes de acción, una parte de la filmoteca de calidad de Holliwood.